Hola a tod@s!
Todos sabemos que desde que se tiene conocimiento, los seres
humanos emiten sonidos y responden a las vibraciones que oye, siendo las melodías
una manera externa de regular nuestro estado de ánimo…
Son innegables los efectos físicos y psíquicos que tiene,
además de relajante y curativo…
A quién no le pasa que estando triste, al escuchar un tema “x”,
nos cambia todo por dentro, ya sea porque comenzamos a tararearlo o porque nos
lleva, (hipotéticamente), a otro tiempo, donde evocan viejos recuerdos, o entusiasman
con otra realidad…
Ni que hablar si de festejar se trata! Acompañada por
danzas, se sepa o no, seas grande o chico, todos disfrutan!!
En general, todos estamos rodeados por música, la propia o
la ajena…
Cuando estamos distendidos, podemos aceptar escuchar casi
cualquier ritmo, claro está, si estamos en un ámbito adecuado…
Porque a todos nos a pasado de tener que intervenir, cuando
alguien no respeta los derechos de los otros, y te aturden con lo que ellos quieren
escuchar, sin considerarte…
Creo que como en TODO, los valores que te inculcan de
pequeños, influyen en el respeto y buena convivencia…
Y no me estoy refiriendo al tipo de música, porque si pongo
un área de opera a todo volumen en un edificio, es igual al que prende el
celular con cumbia villera en el bus,
Molesta… Y hay que evitarlo!
Mi recomendación para hoy, pónganse cómodos, busquen ese
tema especial… ese que te hace emocionar, el que ustedes quieran, sea
instrumental o cantado, de cualquier género, pero sientan la música, permitan
que su cuerpo vibre al escucharla, y así, por un instante, habrán dedicado un
momento al reencuentro con su ser interior… ése que olvidamos… y que es el
encargado de conectarnos con la vida misma…
Hasta la próxima…
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