En la vida, muchas veces sufrimos la pérdida de personas, que nos ayudaron en un tramo de nuestro camino...
Todos tenemos esos ángeles humanos que nos dan compañía, nos enseñan a amar, a reír, a compartir...
Tal ves sea una pareja... un amig@... un herman@...
Lo cierto es que luego de un tiempo, nuestros caminos se separan... bifurcan...
Eso está mal?...
No... cada uno venimos a este mundo buscando realizarnos como personas... cada uno buscando cosas diferentes... necesitamos usar este tiempo de vida en lograr objetivos...
Cada espíritu tiene su propósito, su destino... cada uno de nosotros venimos a aprender ciertas lecciones, las que a veces nos hacen decir adiós, (o hasta pronto), a gente que amamos...
Quizás esto no sea una excusa... quizás es una explicación absurda, si es que estás sintiendo la dolorosa pérdida de alguien que ha sido tu amig@, tu motivo de risas, tu amor...
Vivimos en un mundo de apegos... donde nuestro ego es el peor consejero...
Dicen que dentro de cada uno de nosotros existe una llama Divina... un pedacito de Dios...
Es que estamos tan dormidos que no podemos sentirlo?... no podemos ver que cada adiós no es un abandono, sino un derecho de libre albedrío, de cometer errores, de retomar el camino por el que decidimos venir a este mundo...
Y cómo hacer para que no duela el adiós?...
Agradecer...
Si damos gracias a la persona que se aleja, nos liberamos de esa enorme carga que es el rencor, los reproches...
Gracias por el tiempo compartido... por el amor enseñado... Gracias por tu todo...
Me dirán que nadie termina una relación de años con una bendición... pero... porqué no?
Porqué no dejar ir... soltar... nadie quiere vivir de mentiras, nadie en su sano juicio...
Qué mejor que cerrar ese capítulo en nuestra historia y estar libre para comenzar otro...
Nada es por casualidad... una puerta se cierra y otra se abre... otra que tal vez sea la que nos lleve a vivir nuestro destino...
Sólo te deseo lo mejor!... a ti, mi ángel...
Hasta la próxima!!
